Un año nada piadoso

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Termina un agitado 2016 como no podía ser de otra manera, con noticias, tensiones y cuestiones pendientes para el año próximo. Por un lado el nuevo, extravagante y ¿peligroso? nuevo presidente en Estados Unidos, la guerra en Siria que luego de cinco años parece comenzar su fin, la lucha mundial contra el Estado Islámico y la ola de atentados que se llevó miles de vidas en Europa y Medio Oriente, y la reciente e impactante noticia de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que condena, por primera vez, los asentamientos ilegales de Israel en territorios palestinos. En Europa el Reino Unido pateó el tablero con el Brexit y se abrió el debate sobre el futuro del euro, los refugiados y la estabilidad del Viejo Continente. Enero a su vez ya nos espera con grandes sucesos: la asunción de Trump, la conferencia de Paz en Medio Oriente celebrada en París (donde se espera otra ofensiva contra Israel) y las elecciones primarias de la izquierda en Francia son algunos de los eventos de un 2017 que promete ser intenso.

 

Desde hace menos de dos meses el Mundo entero intenta digerir el triunfo de Trump en las elecciones de Estados Unidos. Pasado el shock inicial, muchos esperan con ansiedad y curiosidad ver qué va a hacer el multimillonario que aún no asumió pero ya hace lobby y ejerce presión en las últimas medidas con Obama al poder. Tras el rumor de que su país iba a abstenerse en el voto condenatorio a Israel en el Consejo de Seguridad, tras años de vetar cualquier iniciativa de este tipo hacia su aliado más fuerte en Oriente Medio, el empresario expresó públicamente su posición entorno al tema y realizó varios llamados para frenar la votación. Su campaña fracasó y la ONU por primera vez rechazó los asentamientos ilegales de Israel en territorio palestino. Sin embargo, el presidente electo ya juega fuerte en la política internacional. A partir del 20 de enero se pondrá en acción el hombre al que muchos temen. Habrá tiempo de analizar hasta donde pretende llegar.

 

La guerra en Siria fue indudablemente la mancha negra de este 2016 que termina. Atentados, enfrentamientos y bombardeos causaron la muerte de miles de inocentes que quedaron atrapados entre el fuego de una cantidad de actores que se enfrentan que al comienzo de esta guerra era impensado. Estados Unidos, Francia, Rusia, Irán, Turquía, el Estado Islámico, Siria y los kurdos son los protagonistas más destacados y con mayor participación en esta compleja y dura contienda que vive y divide a Medio Oriente. A inicios de diciembre finalmente llegó la noticia de que Alepo, el centro de batalla hoy día, fue recuperado en su totalidad por el gobierno de Al Assad. Ahora resta saber cuándo las tropas lograrán el control total del país y, lo más importante, qué va a pasar con el futuro de Siria y su presidente. El camino más temido es que ocurra lo mismo que se hizo tras la guerra de Irak y Afganistán: el abandono total de países destruidos por la guerra, o si esta vez la comunidad internacional logra dar el ejemplo y se establece una ayuda al estilo Plan Marshall para la reconstrucción y recuperación del país.

 

La lucha contra el Estado Islámico, que se había hecho con el control de importantes territorios en Siria, también es otro conflicto que atravesó todo este 2016 y continúa solución alguna. La ola de atentados organizados y reivindicados por el EI a lo largo y ancho del planeta marca un precedente en la manera de accionar del terrorismo internacional: antes los blancos eran específicos, las grandes potencias involucradas en post de sus intereses en guerras e internas ajenas, y los atentados eran organizados durante años y llevados a cabo a gran escala, como en las Torres Gemelas o la central de trenes de Atocha. Hoy estamos hablando de una ola de atentados mundial sin un objetivo claro y los ataques son perpetrados por una o un puñado de personas que atacan en cualquier parte y sin distinción de víctima, y a un puñado o a cientas de personas. Su accionar es rápido y muchas veces impredecible, de allí su efectividad y peligrosidad, que tiene en alerta a toda Europa, Estados Unidos y Medio Oriente principalmente. El grado de paranoia ante estos locos sueltos sólo genera más islamofobia y la sensación de que estamos ante un problema complejo sin solución pacífica alguna.

 

En medio de estos eternos conflictos que sufre Medio Oriente hay otro enfrentamiento que lleva más de 50 años y que este mes escribió un nuevo capítulo, y es la primera resolución del Consejo de Seguridad (el único órgano vinculante de la ONU) que condena los territorios ocupados de Israel en Palestina. Tras años de veto estadounidense ante cualquier iniciativa contra su fiel e histórico aliado, y luego de meses de tensiones con Netanyahu finalmente el gobierno de Obama decidió abstenerse en la votación y le abrió el camino a los 14 votos afirmativos (ninguno negativo) que resolvieron condenar la construcción de asentamientos fuera de la única frontera reconocida, la de 1967. Si bien no se impusieron sanciones, sí se sienta un precedente histórico y abre la posibilidad a que Israel pueda ser denunciado ante la Corte Penal Internacional, pero aún antes de la asunción de Trump, se celebrará en París una Conferencia por la Paz en Oriente Medio, donde se esperan otros textos y medidas contra ese país.

 

En Europa se celebraron pocas elecciones, con ningún triunfo resonante o inesperado, pero este 2017 que comienza sí viene con cambio de presidente en Francia tras la baja de Hollande de la competencia, y en Alemania, donde Merkel aspira a continuar en el poder. Sin embargo, diciembre marcó el fin del gobierno de Renzi en Italia, que renunció al poder tras perder el referéndum que pretendía reformar la Constitución, y nuevamente el presidente eligió un Primer Ministro que no fue elegido mediante las urnas. Sin embargo, el golpe brutal del año lo dio Gran Bretaña con su salida de la Unión Europea y el temblor político y económico que generó la salida del tercer grande del Continente, junto a Alemania y Francia. El temor a otros referéndums similares está en el aire en una comunidad de países que se unieron bajo valores e intereses comunes y en post de evitar diferencias que ocasionaran otra guerra pero que cada día se distancian más entre los más favorecidos y quienes sufren las órdenes de arriba, es decir, de Bruselas.

 

Con este breve panorama de un año intenso, llega un 2017 cargado de sucesos interesantes y complicados pero no por eso menos apasionantes. El 2016 puede ser catalogado como difícil, pero son pocos los que recuerdan épocas de paz y prosperidad mundial. Mientras sigan mandando unos pocos, la racha continúa.

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